Osasuna se ha lanzado hacia un sorprendente periodo de autodestrucción después de que el último tramo de la temporada se esté haciendo difícil de digerir por la acumulación de resultados negativos y, más aún, tras el partido ante el Granada, en el que el equipo rojillo salió herido, tocado. Osasuna puede hacerse mucho daño si no pone remedio a esta caída libre en la que se encuentra inmerso, en la que el último compromiso puso una guinda muy amarga. El partido ante el conjunto granadino fue un compendio de casi todos los horrores que pueden reunirse en un equipo, del que solo se salvó la actuación del portero. El Granada le dio un repaso a Osasuna y, afortunadamente, Sergio Herrera firmó una actuación sobresaliente que evitó una goleada de las que resuenan durante mucho tiempo.

Osasuna fue un equipo desactivado en ataque y con dudas en defensa que, con el paso de los minutos, fue reducido a la nada en la faceta ofensiva y destrozado en la zaga. Hay que mirar con ojos amorosos al conjunto rojillo para rescatar en el primer tiempo algunos minutos para la emoción, porque el segundo fue un duro martirio en el que el Granada hizo lo que quiso y se quedó corto porque Herrera se lo tomó muy en serio y los delanteros anduvieron con la puntería encogida.

Arrasate y sus jugadores deberán buscar los motivos de este derrumbe de este Osasuna que, por resumir las tres últimas derrotas consecutivas, no acaba de dar con la tecla contra el Valencia en el partido para la ilusión de la Liga Conferencia, sufre en cuatro minutos una remontada lastimosa e increíble en Vallecas y como colofón es arrollado en Granada sin un solo argumento con el que defenderse. Quizás en la balanza de esos encuentros fatales pese más la necesidad y la ilusión de los rivales que el estado anímico de los rojillos, que ven acercarse las manecillas del reloj de la permanencia de forma irremediable y que también pueden llegar a notar el soplo del fin de ciclo. No cabe duda de que el apacible final de campeonato ha mudado su imagen y ha echado un nudo al cuello del equipo y aprieta, también debería generar un estado de preocupación a todo el mundo, porque la Liga no se ha terminado y la solidez de un grupo se constata hasta el final.

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Las notas del Granada-Osasuna DIARIO DE NOTICIAS

Arrasate, que ha coleccionado experiencias de todo tipo como entrenador de Osasuna, sumó en Granada otra difícil de catalogar, pero de las que se miden por su dolor. Tampoco hay que confiar mucho en la memoria para sostener que Osasuna completó en Granada el primer tiempo más flojo de este curso y en mucho tiempo, en muchos partidos. Sometido por la tibia presión del Granada, con poca chispa en sus acciones, no había pasado nada cuando surgió a toda velocidad una luz en la oscuridad. El golazo de Pellistri fue una acción de mérito solitario del atacante, que hizo un buen control y soltó la derecha como un hachazo. Con una llegada oportuna, le bastó. Pasada la media hora empezó a estirarse Osasuna, acertó a crear lances con vértigo, profundidad y más peligro y, de una de esas, acertó a que de la conexión entre Rubén Peña y Raúl García el último rematara de cabeza al poste y mandar fuera el rechace. Dos ocasiones en una arrancada. No hubo más. Quien quisiese ver algo de esperanza, con mucho esfuerzo, incluso podía hacerlo.

La segunda parte fue una abominación. Hace mucho tiempo que no había un Osasuna tan desarbolado sobre el terreno de juego y un equipo tan frágil. Los goles de Uzuni, a los tres minutos de la reanudación, y de Boyé, en el cinco del descuento, hablan de un Granada constante de principio a fin. Pero entre medio se desgranaron además cinco oportunidades de gol en las que además de falta puntería local, estuvo un Sergio Herrrera espectacular. Raúl García anotó en la estadística de Osasuna un disparo que obligó al meta del Granada a una acertada intervención. 

La despedida de Jagoba Arrasate no debe ser un suplicio. Nadie se lo merece.

Ficha técnica

Granada: Batalla; Bruno Méndez, Rubio (Piatkowski, m.89), Ignasi Miquel, Carlos Neva; Sergio Ruiz (Hongla, m.73), Gumbau, Pellistri (Gonzalo Villar, m.79), Jozwiak (Callejón, m.79); Uzuni (Matias Arezo, m.73) y Lucas Boyé


Osasuna: Sergio Herrera; Areso, Herrando, Catena, Mojica (Juan Cruz, m.82); Iker Muñoz (Torró, m.72), Moncayola (Ibáñez, m.55), Moi Gómez, Rubén Peña (Unai García, m.72), Rubén García (Arnaiz, m.55); y Raúl.


Goles: 1-0, (m.29) Pellistri. 2-0, (m.48) Uzuni. 3-0, (m.95) Lucas Boyé.


Árbitro: Muñiz Ruiz (C. Gallego). Mostró cartulina amarilla a los locales Lucas Boyé (m.20), Jozwiak (m.22), Sergio Ruiz (m.32) y Rubio (m.37).


Incidencias: Partido correspondiente a la jornada 33 de LaLiga disputado en el Estadio Nuevo Los Cármenes ante 13.825 espectadores, según cifra oficial.


Esta crónica está en elaboración