Dicen que mueres definitivamente cuando nadie te recuerda, cuando todo el mundo te ha olvidado, pero que no lo haces mientras eres recordado, y ese es el caso de uno de los peralteses más afamados e ilustres, el escultor José Luis Ulibarrena Arellano, Joxe, como le gustaba que le llamasen. Fallecido el 20 de abril de 2020, hace ahora cuatro años, el artista local hubiera cumplido 100 en enero de este 2024 y, por este motivo, y porque no tuvo en su día, al estar en plena pandemia, “una despedida a su altura”, este mediodía le han rendido un emotivo y sencillo homenaje en la localidad ribera.

Impulsado por el Consistorio, hasta allí se han acercado algunos de sus familiares más cercanos, mujer e hijos e hijas, que no han podido esconder su emoción cuando lo han recordado con muy sentidas palabras. 

Más vale tarde que nunca

El alcalde, Juan Carlos Castillo, ha empezado alegando que “ya tocaba. Y eso que no me gusta hacer los homenajes a título póstumo, pero aquí está la familia de testigo. ¿Qué decir de José Luis Ulibarrena, Joxe? Que fue un escultor y etnógrafo vinculado a nuestro pueblo y con el que no perdió el contacto; nos visitó siempre que pudo, sobre todo con motivos culturales y con temas relacionados con la Memoria. Joxe tuvo una infancia muy castigada por el asesinato de su padre en la Guerra Civil cuando tenía 11 años, y eso es algo que le marcó. ¿A quién no?”.

Obligado a exiliarse a Venezuela durante el franquismo, Ulibarrena, ha recordado Castillo, fue condecorado con la Cruz de Carlos III y entre sus obras, “llenas de texturas y con un componente vertebrador como son las personas, las figuras humanas”, destacan, entre otras, el Monumento a la Batalla de Noáin, La Hermandad/Anaitasuna de Peralta, que es la obra que desde 1991 preside y sobre la que pilota el resto de esculturas del Parque de Mujeres con Memoria del municipio, o A los acribillados en la Santa Cruzada, pieza central del Parque de la Memoria de Sartaguda.

Alodia Ulibarrena, hija de Joxe, acompañada por algunos de sus hermanos, así como por su madre Rosa Herce, ha sido la encargada de agradecer el homenaje en representación de su familia: “Gracias por el reconocimiento. Así como yo, Elur, Aritz, Odon, Xabier y Zuri somos hijos de Joxe, sé que todas sus esculturas también eran sus hijos e hijas. Joxe fue un hijo arrancado de Peralta” y, además, ha asegurado sentirse muy orgullosa y satisfecha con este pequeño acto ya que “en su día no pudimos hacerlo, no le pudimos dar la despedida que se merecía, y esto es muy emotivo”.

Además, dos vecinos de la localidad han leído unas breves palabras en su honor en las que han asegurado, por un lado que, “hoy, que ya no estás, comprendo mucho más tu pasión creadora, tu compromiso, tu vitalidad, tus sabias palabras que no quedarán en el olvido, tu humanidad elevada y difícil de entender en un mundo indiferente” y, por el otro lado, que “nombrar a Joxe Ulibarrena es acariciar el roble y la piedra; nombrar a Joxe Ulibarrena es nombrar a Azkoyen-Peralta; nombrar a Joxe Ulibarrena es hablar de Memoria; y nombrar a Joxe Ulibarrena es convocar plenamente a la vida”.

Para terminar, la edil de Cultura, Mª Pilar Orduña, le ha entregado a su hija Elur un pequeño detalle de recuerdo y, acto seguido, todos los allí presentes han entrado al salón de actos de la casa de cultura, un espacio que ha acogido la intervención artística Maña

Y es que la compañía Manolo Alcántara ha recreado el proceso creativo de un artesano con maderas y poleas, una escenificación que no ha dejado a nadie indiferente.

Descubriendo al artista

Desde el pasado 20 de abril, la sala de exposiciones acoge la muestra Memoria de un artista, una colección que muchos han aprovechado para visitar y que reúne algunas de las obras del escultor, incluidos una serie de dibujos que reflejan una faceta menos conocida del artista. Entre dichos trabajas se encuentra uno de los bocetos que Ulibarrena utilizó para el diseño de La Hermandad/Anaitasuna, todo un símbolo de identidad peraltés.