De ilusión y emoción habla, precisamente, En el brillo de tus ojitos, su nuevo trabajo. Lo presentarán en directo en la sala Tótem (sábado 27 de abril, 20.30 horas).

Han pasado seis años desde el último disco de canciones nuevas de Doctor Deseo. ¿Por qué han optado por un mini LP en vez de por un álbum completo?

No hemos pensado en un formato u otro. Lo que queríamos era hacer algo que nos aportase algo a nosotros mismos. Tenemos ya unas ciento sesenta canciones y queríamos hacer seis con las que pudiésemos contar. A estas alturas, no nos planteábamos hacer canciones que no estuviesen a la altura, nada de relleno, sino algo de lo que nos sintiéramos realmente orgullosos.

Estos formatos cortos parecen más acordes con los tiempos, también. Ya casi nadie escucha un disco completo.

Sí, creo que sí. Te apetece hacer cosas que tengan un sentido de urgencia. Estoy con esto y lo dejo todo en cada canción. Antes había mucho tanteo, también.

¿Cuál ese brillo de los ojos al que se refiere el título?

El título habla del brillo que surge en los ojos de las personas que quieres, esa con la que tienes vínculos potentes. Esa gente que cuando te la encuentras sientes una alegría especial. Esa es la gente que te sujeta a este mundo. De eso habla El brillo de tus ojitos.

Las letras de Doctor Deseo siempre han tenido un fuerte componente poético. Para la canción En el brillo de tus ojitos se han inspirado en unos versos del poema Vida, de José Hierro.

–Esa canción en concreto arranca con unos acordes que son como la base de la música western, tex mex e incluso de la música surf y casi del rock’n’roll. Esos acordes tocados con la Fender, con su vibrato… Aquí empezamos con unos versos de Pepe Hierro, que para mí es el gran poeta español. Recomiendo a todo el mundo que se lea su poema Vida y su último libro, Cuaderno de Nueva York, que es brutal. Empezamos con esa parte más existencial, casi con un rollo western, como si estuviese Clint Eastwood ahí, enfrentándose al mundo.

“Hay que tener la curiosidad como meneo, como movimiento; y esa poesía que dé sentido a la vida”

Es cierto que también hay mucha variedad musical, que es otro sello de grupo. ¡En esa canción hay hasta algo de trap!

Sí, luego deriva en una parte en la que hay una especie de fiesta con elementos de rock’n’roll, de rumba, de trap o incluso de reggaetón. Jugamos con todo ello, tenemos muchas ganas de bailar, de movernos y de celebrar. Siempre hemos sido un grupo esponja, jugamos con toda la cultura pop, aquella que surge con el rock’n’roll, con Chuck Berry, con Fats Domino, y que llega hasta el trap en estos momentos. Nosotros vamos escuchando y absorbiendo. No somos gente nostálgica, nunca he entendido la frase esa de “la música de mi época”; mi época, que yo sepa, es esta. Tenemos un background y un interés por la cultura pop y por otras aledañas, como el cabaret, el tango, el bolero o el jazz. Jugamos con todo ello sin ningún miedo. Nunca hemos sido un grupo de ejercicio de estilo. Cada canción es un cóctel de sensaciones, de emociones y de estilos.

De entre todos estos estilos que ha citado, el trap o el reggaetón pueden percibirse casi como una provocación por parte de sus seguidores más talluditos. También se trata un poco de eso, ¿no?

(Risas) Sí, sabemos que los boomers no son muy dados a estos menesteres. Siempre hemos tenido una vocación de tocapelotas, en general. En este caso, con más razón y con más gracia. En este momento se están haciendo cosas geniales que tienen que ver con el trap. También hay mucha mierda, como la ha habido siempre. Pero en los ritmos del trap hay auténticas genialidades.

Han incluido una versión de Suzanne, de Leonard Cohen. ¿Por qué precisamente esa canción?

No somos un grupo muy dado a las versiones. De hecho, solo hemos hecho dos en toda nuestra historia. Sin embargo, a Suzanne, que la hemos traducido como Y quieres viajar con ella, le teníamos ganas desde hace mucho tiempo. Cohen ha sido una de las influencias, con Suzanne empezaron muchas cosas. Antes de ser músico, robé un libro de letras de Leonard Cohen en El Corte Inglés. ¡Encima me pillaron! (Risas). Flipaba con las traducciones de sus canciones. Me impactaron muchísimo. Habíamos intentado hacerla hace tiempo, pero no nos daban el permiso para adaptarla al castellano, y no sé por qué. Supongo que porque hay bastantes mierdecillas por ahí. Queríamos trabajarla y hacer algo especial con ella y por fin lo hemos conseguido. Hemos adaptado la letra, buscando pillar el sentido que tiene la canción. Según Cohen, Suzanne no fue una relación amorosa, sino una amiga que le enseñó a él, al músico, al creador, a buscar en su lado femenino. La hemos llevado a nuestro territorio, hemos generado muros de sonido con las guitarras, hemos metido saxo y la colaboración de Aiora Rentería, que ha hecho todo más especial.

“No va con nosotros eso de morirse; yo ya me he borrado, voy a vivir como un jodido inmortal”

La otra versión, Suavemente me mata con su canción (popularizada por Roberta Flack), dará título a la gira por teatros que el grupo tiene planeada.

En ese caso, no pensábamos hacer una versión. Ahora vamos a hacer una gira por salas, más intensa, más potente, más cañera, pero queremos terminar con algo diferente. Vamos a volver a los teatros y vamos a recoger todas esas canciones más cabareteras, más dramáticas, más intensas y más lentas de Doctor Deseo, lo estamos trabajando desde ya. Pensamos que el título podría ser Suavemente me mata con su canción, esa canción habla del efecto que te puede producir la música. Con el título, empecé a imaginar que Joe tocase las notas del estribillo de esa canción, con el telón todavía bajado, y a partir de ahí ya empezamos a jugar y a llevar a nuestro terreno la canción, quedándonos con la esencia de la letra y adaptándola al castellano y al euskera. Todas estas canciones han nacido de un juego, cada una es de una madre. Lo conceptual sería la temática y las muchas ganas de jugar que teníamos con ellas. Y de aportarnos algo; llevamos mucho tiempo haciendo canciones y necesitamos hacer algo que nos sorprenda a nosotros mismos.

El concepto de esa gira de teatros, ¿tendrá algo que ver con lo que hicieron en Metamorfosis?

Puede tener algo de Metamorfosis, pero llevado a un territorio todavía más onírico, sobre todo en cuanto al planteamiento escénico. Queremos jugar con una bailarina de aéreos que va a ser muy especial, con imágenes… Es una historia muy especial sobre la que ya hablaremos cuando llegue el momento. Pero sí, puede conectar en cierto modo con Metamorfosis, aunque ahora lo llevamos a otro punto.

Se les ve rebosantes de actividad. “Con la curiosidad por bandera”, como canta en Por el camino hacia la nada. ¿Ese sería el secreto para que no desaparezca el deseo?

Es muy importante, sí, hay que tener esa curiosidad como meneo, como movimiento. Y la capacidad para tener esa poesía que dé sentido a la vida, para buscar esa Ítaca, esa estrella polar. Solemos decir que somos muy de la cultura griega, muy de la religión griega. Los dioses están como jodidos cencerros, están muy locos y nos van a hacer la vida imposible si nos descuidamos. Nosotros, como pequeños héroes, como Ulises, buscamos nuestra Ítaca, siempre. Tiramos para adelante siempre, contra viento y marea. Nietzsche era muy vitalista para esto y una vez dijo una bilbainada, que más o menos sería: “¿La vida es esto, esta mierda? Pues venga, otra vez” (risas).

Ahora que se pone existencialista y menciona a Nietzsche: si le pregunto por el futuro, ¿realmente vamos hacia la nada, como dice la canción?

Nos importa un pimiento el futuro (risas). Así, tontamente, nunca hemos pensado en el futuro y llevamos no sé cuántos años en la carretera. Jamas nos planteamos nada de si íbamos a durar con Doctor Deseo o si teníamos un futuro. Y aquí estamos. Además, en último término, nos consideramos inmortales. No va con nosotros eso de morirse. Yo ya me he borrado, estoy hasta los cojones de que se muera gente de mi entorno. Me he borrado, voy a vivir como un jodido inmortal; luego Dios dirá y la Iglesia proveerá. Y no soy creyente, evidentemente (risas).